7 de febrero de 2008

EMBARAZO - REFLEXIONES Y MEDITACIONES DE AMOR - EL AMOR

EMBARAZOS MULTIPLES

REFLEXIONES Y MEDITACIONES DE AMOR

QUE ES EL AMOR


El amor es considerado como un conjunto de comportamientos y actitudes, incondicionales y desinteresadas, que se manifiestan entre seres capaces de desarrollar inteligencia emocional o emocionalidad. El amor no sólo está circunscrito al género humano sino también a todos aquellos seres que puedan desarrollar nexos emocionales con otros, por ejemplo, delfines, perros, caballos, etc.

Habitualmente se asocia el término con el amor romántico, una relación pasional entre dos personas con una importante influencia en sus relaciones interpersonales y sexuales mutuas. Sin embargo el término se aplica también a otras relaciones diferentes, tales como el amor platónico o el amor familiar, y también en un sentido más amplio se habla de amor hacia Dios, la naturaleza, la humanidad en su conjunto (lo cual suele asociarse a la empatía), y otros. En la mayoría de los casos significa un gran afecto por algo que ocasiona placer o felicidad a quien realiza la acción de amar.

Filosóficamente, se suele pensar que el amor es el único sentimiento que no posee un sentimiento de polaridad, como es el caso de los demás sentimientos (p.e. paz - guerra). Popularmente suele ser contrastado, evitado o contrarrestado con el odio, desprecio o egoísmo. En la cultura religiosa monoteísta, el amor suele mencionarse y ser apoyado por Dios, como es el caso del Islam, el judaísmo y el cristianismo. En la Biblia (especialmente en el Nuevo Testamento) se presenta una definición del amor según su cultura de la época:

"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".

1 Corintios 13:4-7

Actualmente hay otra corriente de pensamiento sobre lo que es el amor. Según algunos estudios realizados por neurólogos y científicos americanos el amor no se registra como un sentimiento tal y como lo hace el odio o la alegría, si no como una necesidad, es decir, se presenta de manera muy similar en el cerebro como lo hace el hambre; volviendo entonces a la definición antigua de que el amor es una necesidad humana.


Amor humano

En el ser humano, el amor es un sentimiento real. En los casos más comunes es el resultado de una emoción basada en la atracción y la admiración de un sujeto hacia otro, que puede ser o no ser correspondido. Ello intensifica las relaciones interpersonales entre un sujeto y otro que, partiendo de su propia insuficiencia, desea el encuentro y unión con aquel que ha juzgado su complemento para su existencia.

Por otro lado, el amor puede ser fruto de un duro trabajo, esfuerzo y pericia, por construir y desarrollar un objetivo, sintiendo verdadera plenitud y felicidad al ver conseguido lo que se ha anhelado y trabajado durante tanto tiempo. Este tipo de amor es el que siente un padre hacia un hijo cuando lo ve ya crecido y capaz de afrontar la vida con plena madurez, imitando al padre en aquellas cosas que le ha transmitido por sabiduría práctica. En este caso, el amor se dirige hacia los principios que han fundamentado el trabajo y han guiado el esfuerzo, es la corroboración de que las creencias por las cuales uno ha luchado, han tenido su recompensa: Lo esperado se ha obtenido.

Por otra parte, existen polarizaciones extremas de la mente manifestando un amor desmedido sin pensar en los límites de uno mismo, pudiendo incluso llegar a poner en peligro su propia existencia o incluso la de la otra persona por estar experimentando un estado polarizado de obsesión. En este caso, el que ama, desea y anhela el bien y la felicidad del ser amado, lo hace por encima de todas las cosas. El dar sin recibir a cambio, el sacrificar y anteponer las necesidades del ser amado por encima de las de uno mismo, sin que uno lo considere como sacrificio sino como oportunidad para prodigar el sentimiento; suele ser considerado una antesala al desequilibrio emocional, pues la persona objeto de nuestra obsesión no tiene porque responder tal como habíamos premeditado su respuesta, no agradecer nuestro esfuerzo y exigirnos aun más. Si bien algunos confunden esa polarización extrema con amor "verdadero" o "sano", y exigen de la otra persona el mismo comportamiento, pudiendo manifestar frustración extrema y como salida a dicha frustración violencia. Por los resultados evidentes en las noticias diariamente, observamos una creciente tendencia a la violencia de género, en la que los psicólogos actuales apuntan a esta patología de obsesión polarizada como principal desencadenante de estos conflictos.

Para Erich Fromm el amor es un arte[1] y, como tal, una acción voluntaria que se emprende y se aprende, no una pasión que se impone contra la voluntad de quien lo vive. El amor es, así, decisión, elección y actitud.

El amor es un estado mental orgánico que crece o decrece dependiendo de como se retroalimente ese sentimiento en la relación de los que componen el núcleo amoroso. La retroalimentación depende de factores tales como el comportamiento de la persona amada, sus atributos involuntarios o por las necesidades particulares de la persona que ama (deseo sexual, necesidad de compañía, voluntad inconsciente de ascensión social, aspiración constante de completitud, etc.).

Tipos de amor

'Agnolo
Agnolo Bronzino, Alegoría de Venus y Cupido, hacia 1540-1545. Londres, The National Gallery. El amor representado por los dos dioses acompañados por los "celos" (centro-izquierda), el "engaño" (centro-derecha), la "necedad" (arriba a la izquierda) y el "tiempo" (arriba a la derecha).

Por otro lado, en las relaciones del hombre con su medio, el amor puede significar una o más de una de las manifestaciones siguientes del amor, todas ellas relacionadas en mayor o menor grado. Por ejemplo:

  • Amor filial: entre padres e hijos (por extensión entre ancestros y descendientes).
  • Amor fraternal: en su sentido estricto es el afecto entre hermanos aunque se extiende a otros parientes exceptuados los padres y adultos, el amor fraternal nace de un sentimiento profundo de gratitud y reconocimiento a la familia, por emociones que apuntan a la convivencia, la colaboración y la identificación de cada sujeto dentro de una estructura de parentesco, lo mismo que el amor filial, el fraternal es sublimado ya que está fundado en la interdicción del incesto.
  • Amor fraternal hacia los amigos: nace de la necesidad del hombre de socializar.
  • Amor romántico: nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto grado a la persona objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis.
  • Amor sexual (deseo).
  • Amor al prójimo: nace del uso de la facultad de la mente de empatizar y tolerar.
  • Amor a los animales: nace en la necesidad de sentirse protector de los animales.
  • Amor hacia algo abstracto o inanimado: una idea, una meta, a la patria (patriotismo) o al lugar de nacimiento, al honor y a la independencia (integridad).
  • Amor a los principios: depende de la aplicación de una norma o regla que es "amada". Por ejemplo, el amor al principio de ayudar al débil, a la norma de si/no hacer con otros lo que si/no queremos que ellos nos hagan, etcétera.
  • Amor hacia un dios o una deidad (devoción): Suele nacer en la educación recibida desde la infancia. Considera a Dios como la fuente de todo amor y se basa en la Fe. En la mayoría de los casos, se considera que tras la muerte Dios premiaría de alguna forma a las personas que la correspondiente religión considera virtuosas.
  • Amor autopersonal.
  • Amor platónico.
  • Amor Universal: el que todas las personas pueden llegar a sentir por el medio natural y que los grandes místicos experimentan como Nirvana.

Lo que parece unir todos estos tipos de amor es el deseo consciente o inconsciente hacia alguien o algo o la realización de sus objetivos.

Algunos idiomas, como el griego antiguo, distinguen entre los diferentes sentidos del amor mejor que el español. Por ejemplo, en griego antiguo existen las palabras filia, eros, agape y storge, las cuales significan amor entre amigos, amor romántico o sexual, amor incondicional y amor afectivo o familiar respectivamente, o en latín cupiditas como correspondiente al griego eros (deseo sexual) y caritas como correspondiente al griego agape (empatía, altruísmo). Sin embargo, tanto en griego como en muchos otros idiomas, históricamente ha resultado muy difícil separar los significados de estas palabras totalmente, por lo que es posible encontrar la palabra ágape (amor incondicional) siendo utilizada con el mismo significado que eros (amor sexual o romántico). Sin embargo, algunas terminologías vulgares en español como por ejemplo filito, originado de 'filia, genera jerarquías de seriedad o duración de la pareja.

Perspectivas sobre el amor

Perspectiva biológica

Amor maternal (cuadro de William-Adolphe Bouguereau, 1869).
Amor maternal (cuadro de William-Adolphe Bouguereau, 1869).

El concepto de amor no es una noción técnica en biología sino un concepto del lenguaje ordinario que es polisémico (tiene muchos significados), por lo cual resulta difícil explicarla en términos biológicos. Sin embargo, desde el punto de vista de la biología, lo que a veces se llama amor parece ser un medio para la supervivencia de los individuos y de la especie. Si la supervivencia es el fin biológico más importante, es lógico que la especie humana le confiera al amor un sentido muy elevado y trascendente (lo cual contribuye a la supervivencia).

Sin embargo, en la mayoría de las especies animales parecen existir expresiones de lo que se llama "amor" que no están directamente relacionadas con la supervivencia. Las relaciones sexuales con individuos del mismo género (equivalentes a la homosexualidad en el ser humano) y las relaciones sexuales por placer, por ejemplo, no son exclusivas de la especie humana; comportamientos altruistas son observados desde individuos de una especie hacia los de otras especies (las relaciones milenarias entre el ser humano y el perro son un ejemplo). Algunos biólogos tratan de explicar dichos comportamientos en términos de cooperación para la supervivencia o de conductas excepcionales poco significativas. A partir de los años 1990 psiquiatras, antropólogos y biólogos (como Donatella Marazziti o Helen Fisher) han encontrado correlaciones importantes entre los niveles de hormonas como la serotonina, la dopamina y la oxitocina y los estados amorosos (atracción sexual, enamoramiento y amor estable).

Perspectiva psicológica

Tras las investigaciones efectuadas acerca del amor, Robert J. Sternberg propuso 3 componentes:

  1. La intimidad, entendida como aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo y la conexión.
  2. La pasión, como estado de intenso deseo de unión con el otro, como expresión de deseos y necesidades.
  3. La decisión o compromiso, la decisión de amar a otra persona y el compromiso por mantener ese amor.

Estos tres componentes se pueden relacionar entre sí formando diferentes formas de amor: intimidad + pasión, pasión + compromiso, intimidad + compromiso, etc.

Por su parte, analizando la preeminencia de una u otra de estas distintas prioridades que motivan los vínculos amorosos, algunos autores como John Lee proponen una serie de arquetipos amatorios.

Perspectiva histórica y cultural

Amor fraterno (figurillas prehispánicas de barro, 250-900 d. C.). Pueblos indígenas del Centro de Veracruz. Museo de Antropología de Xalapa, México).
Amor fraterno (figurillas prehispánicas de barro, 250-900 d. C.). Pueblos indígenas del Centro de Veracruz. Museo de Antropología de Xalapa, México).

Si bien el amor está fundado en capacidades y necesidades biológicas como el placer sexual y el instinto de reproducción, tiene también una historia cultural. A veces se atribuye su invención a alguna tradición particular (a los sufis, a los trovadores[2] , al cristianismo, al movimiento romántico, etcétera), pero los vestigios arqueológicos de todas las civilizaciones confirman la existencia de afecto hacia los familiares, la pareja, los niños, los coterráneos, entre otros, por lo cual las interpretaciones que postulan que el amor en general es una construcción cultural específica no parecen fundadas.

Desde el punto de vista cultural, el amor sexual se ha manifestado históricamente hacia las personas del sexo opuesto como hacia aquellas del mismo sexo. Para los griegos y durante el Renacimiento, los ideales de belleza eran encarnados en particular por la mujer y por los adolescentes de sexo masculino. En algunos idiomas, la palabra "amor" no existe[sin referencias].

Reseña mitológica sobre el amor: el mito del andrógino

En la mitología griega, eran tres los sexos: lo masculino era en un principio descendiente del sol; lo femenino, de la tierra; y lo que participaba de ambos, de la luna. Y precisamente, como la luna, eran circulares ellos mismos y su manera de avanzar. Eran, pues, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses. Entonces Zeus y los demás dioses deliberaron y se encontraban ante un dilema, ya que ni podían matarlos ni hacer desaparecer su raza, fulminándolos con el rayo como a los gigantes - porque entonces desaparecerían los honores y sacrificios que los hombres les tributaban -, ni permitir que siguieran siendo altaneros.

Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto -continuó- voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número. Así pues, una vez que la naturaleza de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra, anhelando ser una sola por naturaleza. Desde hace tanto tiempo, pues, el amor de unos a otros es innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos. Así pues, cuando se tropiezan con aquella verdadera mitad de sí mismos, sienten un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos a separarse.

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