El Embarazo y el Nacimiento
La Lactancia Natural del Bebé
La elección del modo de alimentar al bebé es una decisión importante que tiene consecuencias de por vida para el niño y la madre. Es probable que lo que la madre haya visto y aprendido de su familia, amigos y maestros respecto a la alimentación del bebé influya en su actitud y forma de pensar. No importa si usted ya ha tomado la decisión de amamantar o aún tiene dudas; los resultados de los estudios son claros: la leche materna es la mejor leche para su bebé y es el alimento ideal durante los primeros meses de vida del bebé.
La Leche Materna es la Mejor Leche
La naturaleza diseñó la leche materna especialmente para los bebés humanos y tiene varias ventajas sobre cualquier sustituto desarrollado. Su leche contiene el equilibrio correcto de nutrientes y, gracias a su disposición, los sistemas y aparatos corporales inmaduros del bebé pueden asimilarlos muy fácilmente. Puesto que se desarrolló para su bebé, la leche materna es también el alimento más suave para estos sistemas y aparatos.
Por qué la leche materna es la mejor leche:
La leche materna es la mejor leche por diversas razones, incluyendo las siguientes:
- nutrientes
La supervivencia humana depende más de la capacidad del cerebro que de la fuerza de los músculos, del crecimiento rápido (maduración rápida) o del tamaño del cuerpo, de modo que la leche materna es rica en los nutrientes que mejor fomentan el crecimiento del cerebro y el desarrollo del sistema nervioso. Según los estudios realizados, los niños amamantados demuestran mejor rendimiento en las pruebas de inteligencia cuando son mayores. También desarrollan mejores funciones oculares. Esto se debe principalmente a la presencia de ciertos tipos de grasas (cadenas de ácidos grasos) en la leche materna que no están presentes en las leches de fórmula.
El azúcar (carbohidratos) y las proteínas que contiene la leche materna también están diseñadas para que el organismo del bebé pueda incorporarlas fácil y completamente. La leche materna es el primer alimento perfecto para ayudar a su bebé a alcanzar cada aspecto del crecimiento y desarrollo ideales.
La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda que los bebés alimentados con lactancia exclusiva reciban vitamina D adicional. El médico de su bebé puede recomendarle el tipo y la cantidad apropiada de suplementación con vitamina D que debe administrarle a su hijo.
- propiedades inmunológicas
Sólo la leche materna presenta diversos tipos de factores que combaten las enfermedades y ayudan a prevenir las infecciones, ya sean leves o graves. Los bebés alimentados con leche materna, sea de forma parcial o total, sufren menos infecciones gastrointestinales, respiratorias, auditivas y urinarias. Los anticuerpos de la leche materna brindan una protección directa contra las infecciones. Otros factores inmunológicos crean un entorno favorable para las bacterias "benignas", conocidas como "flora normal", y desfavorable para las bacterias, virus o parásitos "nocivos". La leche materna también parece poseer ciertas propiedades que contribuyen al funcionamiento óptimo del sistema inmune del bebé. Si un bebé que es amamantado o recibe leche materna se enferma, la infección probablemente sea menos severa. - de fácil digestión
La naturaleza creó la leche materna para los bebés humanos, por lo tanto, es el alimento que su bebé digerirá con mayor facilidad. Un primer alimento nutritivo y fácil de digerir es importante para el tracto digestivo inmaduro del bebé. Su bebé utiliza menos energía y asimila mejor los ingredientes básicos de la leche materna, de manera que los nutrientes, los factores inmunológicos y todos los demás ingredientes de la leche materna nutren las funciones fisiológicas del bebé y estimulan su crecimiento y desarrollo. - bio-disponibilidad
La bio-disponibilidad es una forma moderna de referirse al grado de asimilación del cuerpo de los nutrientes en los alimentos. La alta bio-disponibilidad de los nutrientes de la leche materna significa que el bebé obtiene mayores beneficios de los nutrientes que ésta contiene, incluso tratándose de los nutrientes que aparecen en niveles más bajos en la leche materna en comparación con leches de fórmula artificiales (dado que el organismo del bebé puede absorberlos y aprovecharlos más eficazmente). También implica que su bebé ahorra energía que necesitaría para eliminar los nutrientes que le fueran difíciles de digerir o utilizar. - compatibilidad
La leche materna es la más compatible y, en consecuencia, la más suave para los aparatos y sistemas del cuerpo de su bebé. Debido a esta compatibilidad, es el alimento que el bebé digiere con mayor facilidad, lo que permite que su organismo funcione con mayor eficacia y dedique mucha menos energía a las funciones fisiológicas. La compatibilidad también se considera una de las razones por las que los bebés alimentados con leche materna son menos propensos a desarrollar trastornos de la piel relacionados a alergias y asma.
Cómo Empezar
Cómo empezar a amamantar:
El proceso de lactancia y su leche cambian a medida que su bebé crece y se desarrolla. La rutina de alimentación de un recién nacido puede ser diferente de la de un bebé de 6 meses de edad que está mamando. A medida que el bebé crece, los nutrientes de su leche se adaptan a las necesidades de crecimiento de su bebé. Las propiedades inmunológicas también aumentan si usted o su bebé se exponen a alguna bacteria o virus nuevo.
- Lactancia materna temprana
Las primeras semanas de amamantamiento deben considerarse como un período de aprendizaje para usted y para su bebé. No espere que funcionen como un equipo coordinado inmediatamente. Tómese bastante tiempo para que ambos se recuperen del parto y del nacimiento, desarrollen una rutina diaria y superen las dificultades iniciales de la lactancia materna.
Puede ayudarle el mantener una simple tabla para marcar las tomas diarias y el conteo de pañales hasta que su bebé esté engordando adecuadamente. Para hacer una tabla, tome una hoja de papel y numere las 24 horas desde la medianoche hasta las 11 p.m. Después haga varias columnas para el amamantamiento, el cambio de pañales mojados y deposiciones, y ponga una marca en la columna adecuada a medida que estos eventos ocurran. (Algunas madres añaden más columnas para las sesiones de sacaleches y tomas alternativas si un bebé tiene problemas y a veces deben sacarse la leche y dársela o utilizar un sustituto.) - Día 1
La mayoría de los bebés sanos y nacidos a término están listos y ansiosos de comenzar a mamar entre la media hora y las dos horas posteriores al parto. A partir de entonces, muchos duermen o se muestran adormilados durante las 20 horas que siguen, de modo que es posible que el bebé no se muestre muy interesado en volver a mamar el día que nace. No obstante, se le debe amamantar varias veces ese primer día. Durante las primeras 24 horas, no espere cambiar más de un par de pañales mojados y sucios. - De los días 2 al 4
Aunque puede que necesite practicar con el agarre y succión, al segundo día su bebé debe empezar a despertar y dar señales de interés (mostrar buena disposición) en las tomas cada 1/2 a 3 horas, sumando un total de 8 a 12 tomas en 24 horas. Estas tomas frecuentes le proporcionan a su bebé la primera leche rica en anticuerpos, llamada calostro, y le dicen a sus senos que produzcan más leche. Su bebé debe succionar durante al menos 10 minutos y puede continuar durante 30 minutos aproximadamente en el primer seno antes de retirarse por sí solo, sin su ayuda. Cuando termine con un seno, usted puede hacerle eructar y cambiarle el pañal antes de ofrecerle el segundo seno.
Al igual que en el día 1, usted probablemente cambiará sólo unos cuantos pañales sucios y mojados en el segundo y tercer día de vida del bebé, y no se sorprenda si su bebé pierde peso durante los primeros días. El número de cambios de pañal y el peso de su bebé aumentarán cuando "le baje" la leche.
Es posible que sienta calambres uterinos cuando esté amamantando los primeros dos o tres días, especialmente si éste es su segundo bebé o posterior. Esto es un signo positivo de que la succión del bebé ha activado la bajada de la leche, también llamada reflejo de succión de la leche (su sigla en inglés es MER). Esto también significa que su útero se está contrayendo, lo que ayuda a reducir al mínimo la hemorragia. Una enfermera puede administrarle algún medicamento para las molestias antes de amamantar si fuera necesario. Algunas madres sienten un breve hormigueo, o un arrebato de calor o frío a través de los senos cuando les baja la leche; otras no notan nada diferente, excepto el ritmo de succión del bebé.
Puesto que su bebé está aprendiendo todavía, usted puede experimentar un aumento de sensibilidad en el pezón cuando se engancha o durante las tomas. También pueden contribuir otros factores a este aumento de sensibilidad, pero normalmente es leve y desaparece al final de la primera semana. Si la sensibilidad persiste, se convierte en dolor o se notan grietas en el pezón, póngase en contacto con un especialista certificado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC). - Del día 3 al 5
El volumen de leche materna producido aumenta de manera notable aproximadamente 3 ó 4 días después del parto; se dice que "bajó" la leche. Es probable que después de 8 a 12 tomas, de entre 10 y 30 minutos cada una, el bebé se adormezca y se muestre más satisfecho. Entre las 12 y las 24 horas siguientes, tendrá que cambiar muchos más pañales mojados. También aumenta la cantidad de pañales con heces, que irán cambiando de color y consistencia. Dejarán de ser heces oscuras, similares al alquitrán, como era el meconio, para hacerse más blandas y adquirir un color marrón más claro y, finalmente, serán de color amarillo mostaza, flojas y grumosas. El aumento de peso también se acelera a las 24 horas del incremento en la producción de leche, de modo que el bebé empieza a aumentar al menos media onza (15 g) al día.
Posiblemente, sentirá los senos más llenos, pesados o calientes cuando le baje la leche. Algunas madres sufren de senos ingurgitados, o supremamente llenos de leche, lo que produce incomodidad debido a ese exceso de leche y de la hinchazón de los tejidos. Luego, se sienten los senos duros y tensos; la aréola y el pezón se estiran y aplanan, lo cual hace que al niño le resulte difícil prenderse. Lo más importante cuando baja la leche es extraerla de los senos dándole de mamar al niño con frecuencia. Si el bebé tiene mucha dificultad para prenderse debido a que los senos están severamente llenos- Ablande el pezón y la aréola extrayendo un poco de leche y después deje que el bebé se prenda.
- Amamante o sáquese la leche manualmente o con un sacaleches con frecuencia (cada una o dos horas); sus senos se sentirán mucho más blandos después del amamantamiento o bombeo de leche.
- Póngase compresas frías o bolsas de sandwich rellenas de hielo o vegetales congelados en los senos durante 20-30 minutos después de una sesión de amamantamiento o bombeo de leche. La aplicación de compresas frías ha demostrado aliviar la inflamación que puede interferir con el flujo de la leche. Algunas mujeres han expresado sentir una mejora en el flujo de la leche si se aplican compresas templadas en los senos durante unos cuantos minutos inmediatamente antes de dar de mamar o de bombear la leche, pero no hay estudios que demuestren que esto sea efectivo. El uso de calor durante más de unos cuantos minutos podría aumentar la inflamación.
- Ablande el pezón y la aréola extrayendo un poco de leche y después deje que el bebé se prenda.
- Del día 5 al 28
A medida que transcurre el primer mes, el bebé se desenvolverá mejor durante el amamantamiento. Lo habitual es alimentar al bebé entre 8 y 12 veces cada 24 horas; el bebé mamará aproximadamente entre 10 y 30 minutos del primer seno hasta que se desprenda sin la ayuda de la madre. En ese momento se puede hacer eructar al bebé, cambiarle el pañal y pasarlo al otro seno. Generalmente, el niño mama menos tiempo del segundo pecho, y a veces puede que no quiera mamar cuando se le ofrece el segundo seno. Basta con ofrecerle el segundo seno en primer lugar la siguiente vez que se alimente.Los bebés que engullen su alimento sin parar pueden retirarse ellos mismos en 10 ó 15 minutos; los bebés que prefieren saborear sus comidas a menudo maman de 20 a 25 minutos del primer seno, porque tienden a tomarse unos cuantos minutos de descanso entre los "platos". Independientemente de cómo sea su bebé, es importante dejarle elegir cuándo quiere alejarse del seno, ya que el retirarse por sí solo aumentará la cantidad de leche más alta en calorías y grasa que su bebé toma.
Su bebé debe seguir haciendo lo siguiente:
- Mojar seis o más pañales.
- Defecar tres o más veces heces sueltas, grumosas y amarillas.
- Aumentar más de media onza (15 gr) al día, más de 4-5 onzas (120 a 150 gr) a la semana, o una libra (454 gr) al mes (desde su peso más bajo), recuperando el peso que tuvo al nacer a las 2 semanas.
Su bebé probablemente pasará por varios períodos de "brotes de crecimiento" de dos a cuatro días cuando parece querer comer casi todo el día. Los bebés normalmente experimentan un brote de crecimiento entre las 2-3 semanas, 4-6 semanas y de nuevo a los 3 meses de edad aproximadamente. Es importante dejar que el bebé se alimente más a menudo durante estos brotes de crecimiento. En unos cuantos días, su bebé habrá regresado a un patrón más típico.
Deje que su bebé establezca el ritmo de la lactancia. Preste atención a sus señales de querer mamar. El número de alimentaciones que cada bebé necesita y el tiempo que dura cada una varía de un bebé a otro. Tratar de forzar a un bebé a que espere más tiempo entre una alimentación y otra, o a que se ajuste a un horario específico de lactancia puede provocar una ganancia escasa de peso.
Cómo se Forma la Leche
¿Cómo se forma la leche materna?
Muchas madres afirman que saber cómo se forma la lecha materna las ayuda a entender los patrones de lactancia de sus bebés y su necesidades de alimentación. Al principio, las hormonas desempeñan un papel más importante. Después de las dos semanas posteriores al parto (después del nacimiento del bebé), la extracción de leche tiene un efecto mayor en la cantidad de leche que se produce.
Con la expulsión de la placenta después del nacimiento del bebé, pronto se produce una caída en el nivel de hormonas que se mantenía durante el embarazo, y esto permite que la hormona denominada prolactina comience a funcionar. La prolactina "le indica" a los senos que es hora de comenzar a producir grandes cantidades de leche. Una madre puede sentir el resultado de la prolactina cuando "le baja" la leche, lo que ocurre entre tres y cinco días después del parto. En este momento, también se produce un incremento en la producción de leche, incluso si el bebé no ha estado mamando bien o con frecuencia. Sin embargo, la lactancia frecuente acelera el proceso de aumento de la producción de leche. A veces, es posible que haya una demora en el comienzo de la producción de grandes cantidades de leche.
¿Cuánta leche se necesita?
La producción de leche continua y a largo plazo depende principalmente de la extracción. Cuanto más a menudo y más completamente se extraiga la leche, mayor será la cantidad que producirán los senos. Lo opuesto también es cierto. Es decir, si se extrae menos cantidad de leche, o una cantidad insuficiente, los senos captarán la señal de que deben reducir la producción y lo harán. La extracción de leche tiene lugar cuando el bebé se amamanta eficazmente.
Para que el bebé se amamante eficazmente, debe succionar vigorosamente para que salga una cantidad suficiente de leche del seno materno hacia su boca. Para que el bebé succione con eficacia, debe prenderse firmemente al seno y utilizar las estructuras de su boca para crear una succión intermitente (periódica) que comprima los senos lácteos (área agrandada de los conductos galactóforos) que se ubican por debajo de la aréola, (área que se encuentra a 3,8 ó 5 cm [1,5 ó 2 pulgadas] por detrás de la punta del pezón). La succión adecuada le indica al cuerpo de la madre que libere la hormona oxitocina, provocando una mayor transferencia de leche con el reflejo de eyección de leche (su sigla en inglés es MER) o "bajada" de la leche.
Si el bebé no se prende al seno con eficacia, la extracción de la leche puede lograrse mediante otras técnicas. Cuando se usa la extracción manual, la madre comprime sus senos con la mano para extraer la leche. Los sacaleches extraen la leche por succión, y algunos cuentan con funciones que comprimen en cierto grado los senos. Por lo general, el reflejo de eyección de leche tiene lugar durante las sesiones de extracción, en especial si éstas son frecuentes y regulares.
La Lactancia Eficaz
¿Qué es la lactancia eficaz?
Un bebé que se amamanta de forma eficaz da señales de que está dispuesto a recibir alimento, se coloca en una posición adecuada para mamar, se prende con firmeza al seno y succiona la leche.
- señales de que debe alimentarse al bebé
Para lograr una lactancia eficaz, el bebé debe despertarse y hacerle saber a su madre que desea recibir alimento con la suficiente frecuencia durante 24 horas. Observe a su bebé y comience a amamantarlo cuando advierta cualquiera de las siguientes señales:- saca la lengua
- hace movimientos propios de la succión
- busca el seno de la madre
- cabecea contra el colchón o el cuello u hombro de la madre
- se lleva las manos a la cara o boca
- emite chillidos
El llanto es una señal tardía de hambre; muchos bebés tienen dificultades para prenderse una vez que comienzan a llorar debido a la frustración. - posiciones de amamantamiento
El bebé se prende con mayor facilidad si se encuentra cómodo, en una buena posición para alimentarse. Las posiciones de amamantamiento más comunes incluyen las siguientes:- cuna - se sostiene al bebé sobre el brazo que se encuentra del mismo lado que el seno del que va a mamar; la madre sostiene el seno con la mano opuesta; el cuerpo del bebé se vuelve hacia la madre, de modo que su vientre esté en contacto con el de ella.
- cuna cruzada - se sostiene la cabeza del bebé con la mano opuesta al seno del que va a mamar; la madre sostiene el seno con la mano; el cuerpo del bebé se vuelve hacia la madre, de modo que su vientre esté en contacto con el de ella.
- pelota de fútbol - la cabeza del bebé se sostiene con la mano del lado del seno del que va a mamar; el cuerpo del bebé se apoya sobre una almohada y queda debajo del brazo del mismo lado que se va a amamantar.
- recostada de lado, usando la posición de cuna modificada - en esta posición, el bebé está acostado cerca de la madre; ambos cuerpos quedan frente a frente. Si a usted le resulta incómodo apoyar el brazo sobre una almohada, pruebe rodeando al bebé con su brazo. De esta manera, resulta poco probable que usted se dé la vuelta sobre el bebé en caso de quedarse dormida. Además, en esta posición la cabeza del bebé se ubica en un buen ángulo para prenderse al seno, y a mayor altura que el estómago, lo cual puede resultar útil en el caso de los bebés que tienen tendencia a regurgitar.
- cuna - se sostiene al bebé sobre el brazo que se encuentra del mismo lado que el seno del que va a mamar; la madre sostiene el seno con la mano opuesta; el cuerpo del bebé se vuelve hacia la madre, de modo que su vientre esté en contacto con el de ella.
En cualquiera de las posiciones, acerque el bebé al seno, no el seno al bebé: siéntese en una silla o sofá amplio y cómodo, y coloque una almohada, almohadón o almohada especial para amamantar sobre su regazo para levantar al bebé. El bebé debe sostenerse de manera que quede en la posición correcta para succionar, tragar y respirar durante el amamantamiento. Si el bebé está en la posición correcta, debe poder trazarse una línea recta desde el lóbulo de su oreja hasta el muslo, sin importar cuál sea la posición de amamantamiento adoptada. Si se sostiene al bebé en posición de cuna o de cuna cruzada, no se podrá ver el brazo del bebé que esté más cerca del cuerpo de la madre.
- cómo lograr que el bebé se prenda al seno con fuerza
Para ayudar al bebé a prenderse con fuerza, sosténgase el seno con la mano desde abajo. Una buena manera de sostener el seno para las posiciones de cuna o cuna cruzada es hacerlo formando la letra C con los dedos, es decir, con el pulgar por encima del seno y los demás dedos por debajo (al menos a 3,75 a 5 centímetros [1 1/2 a 2 pulgadas] por debajo del pezón). En cambio, cuando el bebé se coloca en la posición de amamantamiento llamada de "fútbol", se suele sostener el seno con la mano en forma de "U", es decir, con el pulgar sobre un lado del seno y el resto de los dedos sobre el otro lado, una variación del modo que se describe anteriormente. Si sus senos son pequeños, es posible que no necesite seguir sosteniéndolos una vez que el bebé empiece a mamar, pero las madres que tienen senos grandes con frecuencia deben sujetarlos hasta que el bebé termine de alimentarse.Para ayudar al bebé a prenderse correctamente, roce los labios del bebé con el pezón y espere a que abra bien la boca. Luego, acerque al bebé al seno con un movimiento rápido. El bebé debe tomar el seno con la boca bien abierta y su barbilla y nariz deben quedar en contacto con el seno. Los labios del bebé deben proyectarse como una trompeta o como los labios de un pez, no deben estar fruncidos o vueltos hacia dentro. Si se baja el labio inferior del bebé, debe verse la lengua deslizándose por delante de la encía inferior. También la lengua debe "ahuecarse" en torno al pezón y la aréola.
No presione el seno cerca de la aréola pensando que así ayudará al bebé a respirar, pues de ese modo alejaría el pezón de la parte posterior de la boca del bebé, que es donde debe estar. La nariz del bebé tiene una forma ideal para quedar bien "aplastada" contra el seno de la madre durante el amamantamiento. Es por eso que la nariz del bebé es plana, para poder prenderse con firmeza y a la vez respirar. Si quiere facilitar la respiración del bebé, acerque la parte inferior del cuerpo del bebé hacia usted o levante el seno en lugar de presionarlo.
Existe una razón por la que se dice "dar el pecho" y no "dar el pezón". Si el bebé no se prende con firmeza a la aréola, sino que se prende superficialmente, se verá como si estuviera "colgando" del extremo del pezón. En ese caso, no podrá extraer leche como es debido. Como consecuencia, la cantidad de leche que el bebé recibe disminuye, de modo que cada toma puede llevarle más de 45 minutos y es posible que el bebé no aumente de peso como debería. Asimismo, es más probable que los pezones de la madre se agrieten o le duelan.
La Succión Eficaz
¿Qué es la succión eficaz?
En la succión eficaz y nutritiva, el bebé utiliza la estructura de la boca para comprimir los senos lácteos de la parte inferior de los senos de la madre y llevar leche a la parte posterior de la garganta para tragarla. Al principio, el bebé succiona como en arranques rápidos para provocar la bajada de la leche (su sigla en inglés es MER). Una vez que baja la leche, el ritmo de succión normal es de aproximadamente una succión por segundo, con pausas para respirar entre unas pocas succiones.
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- Escuche para comprobar que trague. Oirá un sonido gutural que proviene de la parte profunda de la garganta del bebé mientras succiona. Algunos bebés tragan con suavidad y otros lo hacen en forma ruidosa. NO se debe oír un sonido seco, similar a un chasquido.
- Observe la mandíbula del niño. Debe verse un movimiento rítmico del músculo que va de la mandíbula inferior a la oreja, cuando succiona con fuerza. Mientras el bebé succiona y traga, también se observa un movimiento rítmico que se inicia en el borde de la barbilla del bebé y llega hasta la garganta. Las mejillas NO deben hundirse.
El niño debe continuar con la succión entre 10 y 30 minutos hasta que se desprenda del primer seno sin ayuda. Si el niño se duerme con frecuencia a los pocos minutos de prenderse al primer seno o mama durante 35 minutos del primer seno sin desprenderse por sí mismo, consulte al pediatra o a un especialista en lactancia acreditado (su sigla en inglés es IBCLC).
Los Problemas de la Lactancia - La Madre
Aprender a amamantar puede ser fácil para algunas mujeres, y más difícil para algunas otras. En el directorio que aparece a continuación encontrará información adicional acerca de los problemas de la lactancia para las madres, para los cuales le proveemos una breve descripción.
El Dolor en los Pezones
Es probable que el dolor en los pezones sea la dificultad más común que tienen las madres que amamantan. El dolor en los pezones puede deberse a diferentes factores. La determinación de la causa del dolor en los pezones dictará el tratamiento apropiado. Un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC) podrá ayudarla y sugerir el curso de acción.
Amamantar no debe ser doloroso; la piel de los pezones no tiene por qué agrietarse más que la piel de cualquier otra parte del cuerpo. No obstante, es bastante común sentir un leve aumento de sensibilidad, similar al que experimentan algunas mujeres durante el ciclo menstrual, en la primera semana o dos de amamantamiento. A partir de entonces, el dolor debe desaparecer.
Si siente un dolor agudo en los pezones o si los pezones o aréola están magullados, es más probable que se deba a que el bebé no se prende correctamente o no succiona de manera eficaz. Si observa que sus pezones se enrojecen, están en carne viva, ampollados o agrietados, puede ser que el bebé tenga dificultades para prenderse o succionar. Si el bebé tiene alguna dificultad para prenderse o succionar o algún tipo de variación en la estructura de la boca, el resultado puede ser que los pezones se vean arrugados o blanqueados al terminar de amamantar. Algunas pomadas o vendajes pueden fomentar la curación, pero en realidad otros causan un daño mayor. Asimismo, evite cualquier tratamiento que tenga como resultado posible el resecamiento del tejido del pezón, lo cual puede agrietar la piel.
Cuando los pezones se enrojecen y arden, o provocan un dolor agudo después de semanas o meses de amamantar sin dolor, puede deberse a una infección por hongos como el afta. El hongo puede parecerse a manchas blancas en la boca del bebé o puede también manifestarse como una erupción del pañal de color rojo brillante. Para tratar las infecciones por hongos se requieren medicamentos específicos. Para obtener mayor información e indicaciones relativas al tratamiento, comuníquese con el médico de su bebé.
La Insuficiencia o el Retraso en la Producción
de Leche
En algún momento, la mayoría de las madres temen no tener suficiente cantidad de leche. Algunas veces, las madres que padecen ciertas condiciones de salud experimentan un retraso del momento en que les "baja" la leche.
No dude en pedir ayuda si su producción de leche le preocupa. Cuanto más pronto actúe, mejor. Consulte con un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC) y con su médico, quienes la ayudarán a determinar cuál podría ser el problema que afecta a su producción de leche, de modo que usted y su bebé puedan empezar a corregirlo.
El amamantamiento (extracción de leche) insuficiente o poco frecuente es la causa más común del retraso en la "bajada" de leche, de la producción insuficiente de leche o de la baja en la producción. Si en algún momento la producción de leche constituye una preocupación para usted, lo primero que debe hacer es registrar la cantidad y duración de las tomas.
En ocasiones, la madre puede padecer una condición de salud que puede retrasar temporalmente el gran incremento de la producción de leche que suele observarse entre los días tercero y quinto posteriores al nacimiento (postparto). Estas madres no empiezan a producir grandes cantidades de leche hasta de 7 a 14 días después del parto. Si esto le sucede, no se desaliente. Siga amamantando con frecuencia, aunque también debe darle al bebé un sustituto de la leche materna por algunos días.
Las investigaciones aún no han logrado determinar si la causa del retraso en la producción de mayor volumen de leche es una condición relacionada con la salud, el embarazo o el parto, los tratamientos médicos indicados para dichas condiciones o la demora del amamantamiento frecuente que suele ocurrir cuando están presentes dichas condiciones. Algunas de las condiciones o tratamientos que según los expertos pueden contribuir al retraso incluyen los que siguen:
- Estrés intenso.
- parto por cesárea (quirúrgico)
- hemorragia posparto
- retención de fragmentos de placenta
- infecciones o enfermedades acompañadas de fiebre
- Diabetes (juvenil, adulta o gestacional).
- trastornos de la tiroides
- Reposo en cama estricto o prolongado durante el embarazo.
La Producción Escasa de Leche
¿Qué causa la producción escasa de leche?
A veces, el retraso del momento en que "baja" la leche se convierte en un problema continuo de escasa producción de leche. En ocasiones, la madre ha estado produciendo cantidades suficientes de leche y luego esa producción disminuye lentamente o de forma repentina. Entre algunas de las condiciones asociadas con el retraso que también pueden afectar a la producción de leche se incluyen, pero no están limitadas, a las siguientes:
- Hemorragia (sangrado excesivo) aguda postparto.
- Retención de fragmentos de placenta.
- trastornos de la tiroides
Las madres a las que se les ha practicado previamente alguna cirugía del seno en la cual se cortaron algunos de los nervios, los tejidos productores de leche o los conductos lácteos pueden experimentar dificultades en la producción de leche suficiente para alimentar debidamente al bebé.
Existen otros factores que pueden llevar a la producción insuficiente de leche. Se ha demostrado que el hábito de fumar en las madres tiene como resultado una menor producción de leche. Algunos medicamentos y preparados de hierbas ejercen un efecto negativo sobre la cantidad de leche producida. Se ha descubierto que los métodos hormonales de control de la natalidad, en especial cualquiera que contenga estrógeno, tienen gran influencia en la producción de leche. Sin embargo, algunas madres informan de una baja en la producción de leche después de recibir/tomar anticonceptivos a base de progestina durante las primeras cuatro a ocho semanas después del parto (postparto). La producción de leche también puede disminuir si la madre vuelve a quedar embarazada.
Si la producción insuficiente de leche parece ser problemática pese a que el bebé succione efectivamente, el médico o un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC) pueden recomendar lo siguiente:
- Aumente la cantidad de tomas a 10 ó 12 veces en 24 horas.
- Aumente el contacto de su piel con la del bebé. Quítese la camisa y quítesela a su bebé y colóquelo sobre su pecho; extienda una sábana o camisa sobre ambos.
- Revise su historia médica para ver si existe una condición de salud, tratamiento o medicamento que interfiera con la producción de leche.
También puede:
- Bombear sus senos durante varios minutos después de amamantar, utilizando una bomba eléctrica para extracción de leche de uso hospitalario.
- Consulte a su pediatra o a un especialista en lactancia acreditado (IBCLC) sobre el consumo de galactogogue, que es un medicamento o de preparaciones en base a hierbas que tengan un efecto positivo sobre la producción de leche.
Sea optimista. Aunque la producción escasa de leche suele remediarse, cualquier cantidad de leche que produzca siempre es valiosa para el bebé. Trate de pensar que usted alimenta a su bebé amamantándolo en una proporción que va del 25 al 90 por ciento, en lugar de sentirse desalentada porque el bebé recibe un sustituto de la leche materna.
Los Pezones Planos o Invertidos
Técnicas para pezones planos o invertidos:
Un bebé que mama con eficacia suele tener pocos problemas para succionar aun cuando los pezones de la madre parezcan planos. Un lactante menos eficaz puede necesitar algún tiempo para aprender a introducir el pezón en la boca cuando se prende. Si bien los beneficios de emplear caparazones de plástico duro para los senos no son decisivos, a algunas madres les resulta útil usarlos en el sostén entre una toma y otra. Los caparazones para senos ejercen una tracción leve que ayuda a sacar el pezón hacia afuera. También puede ser útil usar una bomba para extracción de leche para sacar el pezón hacia afuera justo antes de amamantar.
Si los pezones se invierten o se "doblan" hacia adentro al estimularlos, pruebe las maniobras recomendadas para los pezones planos. Existen dispositivos para la eversión de pezones. Consulte a un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC) para obtener información. En algunos casos, la madre tiene uno o ambos pezones severamente invertidos. Si uno de los senos se encuentra menos afectado, puede amamantarse al bebé con ese seno. La mayoría de las mujeres produce, en un solo seno, la cantidad de leche suficiente para alimentar a su bebé.
Los Conductos Lácteos Obstruidos
¿Qué son los conductos lácteos obstruidos?
Un conducto obstruido se siente como un nódulo doloroso en el seno. Algunas madres parecen tener una mayor tendencia a sufrir este problema, pero usualmente se presenta cuando la madre deja pasar mucho tiempo sin vaciar los senos, o si al mamar el bebé no extrae suficiente leche. Revise la rutina de alimentación de su bebé y fíjese si el tiempo que transcurre entre una alimentación y otra se ha modificado recientemente por algún motivo. A veces, las madres retoman alguna tarea y no advierten que las comidas del niño se están retrasando. La succión ineficaz también puede contribuir a la obstrucción de los conductos. Asimismo, verifique que el sostén de lactancia o la ropa enrollada no estén presionando los conductos lácteos en determinadas zonas del seno al amamantar.
Cuando se obstruye un conducto lácteo, la madre debe asegurarse de amamantar o extraer leche con frecuencia y de alternar diferentes posiciones de amamantamiento. Suele ser útil aplicar compresas calientes en el seno o mojarlo con agua caliente. Aplique masajes por encima de la zona afectada y luego sobre esa zona mientras amamante y después de aplicarse compresas calientes.
La Mastitis
¿Qué es la mastitis?
El término "mastitis" suele usarse como sinónimo de "infección de los senos", aunque la mastitis también puede deberse a una inflamación. En estos casos, es frecuente observar una zona enrojecida en el seno. La mastitis inflamatoria o infecciosa puede presentarse por causas similares a las que originan la obstrucción de los conductos; las intervenciones recomendadas en caso de obstrucción también suelen resultar adecuadas en relación con la mastitis.
Es particularmente importante mantener el seno afectado "vacío" amamantando con frecuencia. Si observa síntomas similares a los de la gripa o su temperatura se eleva por encima de 100,3°F, llame a su médico. Probablemente, le recetarán un antibiótico que deberá tomar de 10 a 14 días. Asegúrese de tomar el antibiótico durante todo el tiempo que le indiquen, o podría volver a presentarse la infección.
Los Problemas de la Lactancia - El Bebé
Tal como ocurre con algunas madres, puede que haya bebés que tengan dificultades con la lactancia. En el directorio de abajo hay información adicional relativa a la lactancia natural de su bebé, para la cual le proveemos una breve descripción.La Prensión o Succión Ineficaz
Durante la lactancia, el bebé tiene que succionar eficazmente para obtener la leche que necesita con el fin de aumentar de peso y "avisar" a los senos que deben aumentar o mantener la producción de leche. Por la tanto, si la extracción de leche no es eficaz puede que el bebé no aumente de peso como corresponde debido a que la cantidad de leche que consume no es la adecuada; como resultado, el volumen de leche producida disminuye.
Existen diferentes factores que pueden afectar a la capacidad del bebé de succionar y extraer leche. El hecho de que el bebé nazca prematuramente, la administración de medicamentos a la madre durante el parto y condiciones como el síndrome de Down pueden hacer que, en principio, el sistema nervioso del bebé tenga dificultades para permanecer en estado de alerta o coordinar las acciones de succión, deglución y respiración. También puede ser que condiciones agudas de salud, como la ictericia o la infección, y condiciones crónicas como defectos cardiacos, afecten al nivel de alerta del bebé o a su capacidad de succión. Cuestiones "mecánicas", como el labio leporino o el paladar hendido, podrían interferir en forma directa con la capacidad del bebé de emplear las estructuras de la boca para lograr una succión efectiva.
A veces, la causa es evidente pero a menudo no lo es. No obstante, es importante reconocer las señales que indican que un bebé no puede extraer leche de manera efectiva durante la lactancia, a fin de tomar las medidas adecuadas para remediar cualquier problema. Las señales de succión ineficaz pueden incluir las siguientes:
El bebé que consistentemente:
- No se despierta por sí solo para dar señales de que necesita alimentación ocho o más veces en 24 horas.
- Da señales de que desea recibir alimento 14 o más veces en 24 horas.
- Se prende y luego se desprende del seno repetidamente.
- Se aleja o se rehusa a prenderse.
- Se queda dormido a los cinco minutos de prenderse o después de haber succionado por sólo dos o tres minutos.
- No succiona de manera casi continua durante los siete a diez primeros minutos de mamar.
- Sigue succionando sin desprenderse por sí mismo del primer seno después de 30 ó 40 minutos.
- Succiona durante más de 45 minutos sin mostrarse satisfecho después de comer.
- Defeca menos de tres veces en 24 horas al final de la primera semana (durante las primeras cuatro a ocho semanas).
- Tiene gases y produce heces verdes y espumosas después de la primera semana.
- Moja menos de seis pañales en 24 horas en la primera semana.
- Tiene dificultades para tomar leche por otros métodos alternativos de alimentación.
La madre:
- Que tiene moretones o dolores persistentes en los pezones o aréolas.
- Cuyos pezones se encuentran enrojecidos, raspados o agrietados.
- Que observa con frecuencia malformaciones en los pezones luego de dar el pecho (es decir, pliegues o aplanamiento).
- Que rara vez o nunca observa que sus senos se llenan antes de amamantar y se ablandan después de hacerlo, en especial, si transcurren varias horas entre tomas.
- Que experimenta más de un episodio de conductos obstruidos o mastitis.
Cómo ayudar en el proceso de la lactancia:
Si las dificultades para que el bebé se prenda o succione persisten más allá de los primeros días posteriores al parto, puede resultar desalentador. Aunque la mayoría de los bebés aprenden a mamar eficazmente si se les da el tiempo que necesitan, resulta importante trabajar junto con el pediatra y un especialista en lactancia acreditado (su sigla en inglés es IBCLC) cuando el bebé tiene dificultades para succionar. Hasta que desaparezca el problema, existen varias medidas que usted puede tomar para ayudar a que el proceso de lactancia evolucione, y asegurarse, a la vez, de que su bebé obtenga el alimento suficiente. Consulte siempre con el pediatra para obtener más información.
- Despierte al bebé para amamantarlo cada dos o tres horas si está "somnoliento" y aún no domina las señales de hambre.
- Es probable que el bebé succione mejor algunas veces y otras no. No se desaliente si está muy somnoliento o parece olvidar lo aprendido de una alimentación a otra.
- Algunas tomas durarán más que otras, y es posible que el bebé necesite tiempo para "ponerse en marcha" en el seno en algunas ocasiones.
- Si el bebé se va quedando dormido poco después de empezar a succionar, masajee el seno con movimientos hacia abajo y hacia adentro para hacer fluir leche a la boca del bebé.
- Lleve un registro diario de la cantidad, volumen y color de la orina y las heces cada vez que cambie el pañal.
- Utilice una bomba eléctrica de uso hospitalario para extraer leche y asegurarse de extraer la leche. Extraiga la leche durante varios minutos después de haber dado el pecho. El tiempo que deberá seguir recurriendo a la bomba depende de lo que el bebé tarde en aprender a mamar eficazmente.
- Pese al bebé con regularidad o lleve un registro del peso antes y después de amamantar al bebé, una vez o más por día.
- Ofrézcale más calorías dándole al bebé primero la leche que se haya extraído, o bien fórmula infantil recetada según como evolucione la lactancia. La cantidad suministrada y el método de alimentación alternativo que se utilice deben cambiar a medida que aumente la capacidad de succión del bebé.
- Ciertos dispositivos de lactancia o métodos de alimentación alternativos pueden alentar la succión eficaz o proporcionarle al bebé nutrición suplementaria durante el proceso de aprendizaje de la lactancia. Si bien para cada situación puede resultar más ventajoso un dispositivo específico, cada dispositivo tiene también desventajas. Para evitar errores, cualquier dispositivo de lactancia debe utilizarse con la guía de un especialista en lactancia acreditado (IBCLC). Entre los dispositivos que pueden resultar de ayuda en determinadas situaciones se incluyen los siguientes:
- Protector de pezones
Se ha comprobado que el empleo de un protector de pezones delgado de silicona o látex, que se ubica sobre el pezón y la aréola, ayuda a que algunos bebés se prendan mejor, desarrollen un patrón más eficaz de succión y tomen más leche durante la lactancia. - Sistema de tubo de alimentación
Se puede pegar con cinta adhesiva un sistema de tubo de alimentación al seno o al dedo para que el bebé reciba una cantidad adicional de leche a través del tubo cuando succione. Si se adosa un tubo de alimentación delgado a una jeringuilla y se pega con cinta adhesiva al seno o al dedo (alimentación por dedo), usted u otra persona que la ayude puede presionar con suavidad el émbolo para que caigan algunas gotas de leche en la boca del bebé cuando se "olvide" de succionar. También se encuentran disponibles los sistemas de sonda de alimentación comerciales.
- Métodos de alimentación alternativos
Además de los sistemas de tubo de alimentación, existen otros métodos de alimentación alternativos que aseguran que el bebé obtenga alimento suficiente, aunque es más probable que interfieran con la lactancia a largo plazo. Entre ellos se incluyen la alimentación con taza, alimentación con jeringuilla, alimentación con cuchara y alimentación con gotero. Si se utiliza biberón, es conveniente utilizar chupones (tetinas) en los que la leche fluya lentamente.
- Protector de pezones
- Si se encuentra alguna alteración estructural de la boca del bebé, consulte a los profesionales del cuidado de la salud apropiados para corregir o tratar el problema. Según el tipo de alteración, el tratamiento puede consistir en cualquier cosa, desde ejercicios orales que le enseñará un terapeuta ocupacional hasta algún tipo de tratamiento quirúrgico.
Otras maneras de ayudar al bebé en caso de succión ineficaz:
Otros consejos en relación con el bebé incluyen los que siguen:
- El contacto directo entre la piel de la madre y la del niño ayuda al bebé a prenderse al seno con mayor eficacia y rapidez, y contribuye a que la madre mantenga la producción de leche.
- Si el bebé sabe succionar eficazmente pero no puede hacerlo de manera consistente, trate de bombear un seno mientras amamanta al niño con el otro.
- Si la madre o el bebé terminan frustrándose, o si el bebé permanece mamando más de 40 a 45 minutos, puede que la madre quiera limitar el tiempo que dura la alimentación. Si se detiene cuando se siente frustrada o limita la duración de cada alimentación, dispondrá de más tiempo para extraer leche eficazmente, y quizás le resulte más fácil conservar la paciencia durante el proceso de aprendizaje.
- También puede permitir que el padre del bebé u otros miembros y amigos de la familia se ocupen de la alimentación alternativa, para no verse abrumada. De este modo, podrá concentrarse en la lactancia y en las sesiones de bombeo, y disfrutar de oportunidades para abrazar a su bebé y sentir su piel.
- No descarte ningún dispositivo de alimentación ni método de alimentación alternativo porque no le gustó o porque no funcionó cuando lo probó por primera vez. El dispositivo o método que no sirvió un día puede funcionar el siguiente y viceversa.
- Una vez que el bebé empiece a crecer y desarrollarse adecuadamente, y su capacidad de succión nutritiva mejore, pregúntele al pediatra cuándo puede abandonar el control de peso. Pregúntele cuándo puede dejar de despertar al bebé para alimentarlo y empezar a esperar a que dé señales de que quiere recibir alimento. Averigüe también cuándo puede empezar a disminuir el suplemento de leche materna o fórmula, sin que sea arriesgado.
- Sea optimista. Es normal sentirse frustrada y creer que el bebé no aprenderá nunca a amamantarse efectivamente. Es normal que algunos días parezcan una serie interminable de sesiones de práctica de amamantamiento, de alimentación alternativa y de extracción de leche con sacaleche. Es normal que su confianza sufra altibajos. Trate de no desesperarse manteniendo el sentido del humor. Piense en cuánto camino recorrieron su bebé y usted desde el parto, más que en lo que aún les queda por recorrer.
- Busque ayuda. Además de mantenerse en contacto con un especialista en lactancia acreditado (IBCLC), póngase en contacto con un representante de alguna organización de apoyo de la lactancia, que le brindará abundante información y apoyo moral siempre que lo necesite.
El Aumento de Peso Lento o Insuficiente del Bebé
Cómo detectar el aumento de peso lento o insuficiente:
El aumento de peso es una de las muchas señales de buena salud en un bebé lactante. A veces, un bebé perfectamente sano aumenta de peso con lentitud sólo en razón de su propio y singular patrón de crecimiento. En otras situaciones, existe algún problema que puede identificarse. Si el bebé no aumenta de peso según determinados patrones, es necesario que un médico y un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC) revisen a la madre y al bebé. Para determinar si el aumento lento de peso obedece al patrón de crecimiento natural de un bebé o es el resultado de alguna otra causa, la madre deberá responder una gran cantidad de preguntas relativas al bebé y a sí misma.
No se asuste si el aumento de peso de su bebé no es el adecuado. Ya sea que el aumento lento de peso se relacione con el patrón natural del bebé o con algún otro factor, recibir la leche que usted le proporciona por medio de la lactancia sostenida o un método alternativo de alimentación favorece casi invariablemente al bebé. Además, casi todos los problemas relacionados con el aumento de peso pueden solucionarse; es posible mantener la relación de lactancia madre-hijo con la intervención adecuada.
Cómo distinguir el aumento de peso lento "natural" de un problema de aumento de peso lento:
Si un bebé aumenta de peso con lentitud por naturaleza, de todos modos aumenta de peso de forma lenta aunque continua y:
- Mantiene una curva de crecimiento particular.
- Aumenta de longitud y circunferencia de la cabeza de acuerdo con tasas de crecimiento típicas.
- Se despierta por sí solo, se encuentra en estado de alerta, y da señales para que lo alimenten entre ocho y doce veces en 24 horas.
- Tiene la misma cantidad de pañales mojados y con heces que un bebé que crece con rapidez.
En cambio, deben considerarse otros factores si el bebé:
- No aumenta de peso a un ritmo de al menos media onza (15 gr) por día hacia el cuarto o quinto día después del nacimiento.
- No recupera el peso de nacimiento a las dos o tres semanas del parto.
- No aumenta al menos una libra (454 g) por mes durante los cuatro primeros meses (tomando como base el peso más bajo después del parto y no el peso de nacimiento).
- Presenta una caída marcada en el ritmo de crecimiento (peso, longitud o circunferencia de la cabeza) en relación con la curva anteriormente registrada.
Los Errores en la Lactancia
Cómo resolver los errores en la lactancia:
La causa más común del aumento lento de peso es probablemente la existencia de errores en la lactancia. Las siguientes son algunas formas de ayudar a que el bebé aumente de peso si la razón de que se desarrolle un patrón de aumento de peso lento radica en errores de lactancia.
- Observe si el bebé da señales de que desea ser alimentado. El bebé debe despertarse y "dar señales" de que desea que lo alimenten aproximadamente de ocho a 12 veces en 24 horas, buscando el seno de la madre, sacando la lengua, haciendo movimientos propios de la succión, cabeceando contra el colchón o contra el cuello o el hombro de la madre, o llevándose las manos a la cara o a la boca. En esas ocasiones, ofrézcale el seno de inmediato. El llanto es una señal de alimentación tardía. Por lo general, el bebé se prende y succiona mejor si no tiene que esperar hasta empezar a llorar, sentirse frustrado o estar demasiado cansado para succionar. El hacer esperar al bebé para que transcurra más tiempo entre las veces que se le da de mamar y ofrecerle un chupete en lugar del seno cuando el bebé da señales de hambre suele estar asociado con un aumento de peso deficiente.
- Muchas madres comprueban que si se desentienden de sus quehaceres y actividades por dos o tres días para dedicarse casi por completo a la lactancia, su producción de leche incrementa y el bebé aumenta más de peso. Cuando el bebé no está alimentándose, la madre puede tenerlo sobre el pecho, en contacto con su piel, lo cual suele ayudarla a desarrollar una mayor sensibilidad a las señales de alimentación que demuestra el bebé.
- Si su bebé es un bebé "dormilón" que no da señales de hambre al menos ocho veces en 24 horas, deberá despertarlo para amamantarlo con frecuencia: cada dos horas durante el día, y al menos cada tres o cuatro horas por la noche hasta que mejore el aumento de peso.
- Asegúrese de que su bebé no esté demasiado abrigado mientras mama. Un bebé demasiado envuelto se encuentra demasiado cómodo y caliente, y es más probable que se quede dormido rápidamente durante las alimentaciones. Si el ambiente está algo fresco, extienda una sábana o manta ligera, según sea necesario, sobre usted y su bebé.
- Si el bebé se queda dormido a los pocos minutos de prenderse, dése masajes en el seno, con movimientos descendentes y hacia adentro, mientras lo amamanta para estimular nuevamente la succión.
- Asegúrese de que su bebé no esté demasiado abrigado mientras mama. Un bebé demasiado envuelto se encuentra demasiado cómodo y caliente, y es más probable que se quede dormido rápidamente durante las alimentaciones. Si el ambiente está algo fresco, extienda una sábana o manta ligera, según sea necesario, sobre usted y su bebé.
- Asegúrese de que el bebé esté prendido correctamente y succione con eficacia.
- En general, evite cambiar de seno en forma alterna. Es decir, dar un seno durante unos pocos minutos, luego el otro, y cambiar nuevamente. Esto puede impedir que el bebé obtenga suficiente leche rica en calorías, de la cual el bebé obtiene mayor cantidad mientras más tiempo succione del mismo seno. Sin embargo, la estrategia del cambio a veces estimula al bebé somnoliento y hace que se despierte y empiece a succionar otra vez.
- Si el pediatra lo indica, ofrézcale al bebé un suplemento mientras lo amamanta o después de hacerlo para suministrarle más calorías. Si le recomiendan que suplemente la lactancia, utilice su propia leche primero para la alimentación alternativa.
- Emplee el método de alimentación alternativa que le indique un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC). Existen muchas opciones de alimentación alternativa, de modo que si la que le recomendaron no la convence dígaselo al especialista. Los métodos de alimentación alternativa incluyen:
- alimentación con taza
- Un sistema de tubo con un tubo especial de alimentación sostenido con una cinta adhesiva al seno o a un dedo.
- alimentación con jeringuilla
- Gotero.
- Alimentación con cuchara.
- Alimentación con biberón.
Algunos de los métodos requieren la asistencia de un profesional, como por ejemplo un especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC), para usarlos correctamente. Dependiendo del bebé y de la causa del problema, algunos métodos pueden resultar mejor que otros. Además, si utiliza biberón para darle algún suplemento al bebé, consulte con el IBCLC qué tipo de chupón (tetina) emplear. Algunos tipos de chupones interfieren menos con la lactancia que otros.
- Extraiga leche con una bomba después de amamantar tantas veces al día como sea posible, en especial si no tiene la certeza de que el bebé esté extrayendo bien leche cuando lo amamanta. El bombeo extraerá la leche eficazmente, de modo que sus senos sabrán que deben producir más leche. Es ideal utilizar una bomba eléctrica de uso hospitalario con el equipo de recolección adecuado para obtener la leche.
- Debe pesarse al bebé con frecuencia y regularidad hasta que aumente de peso a un ritmo satisfactorio. En la actualidad, existen balanzas digitales que permiten que el profesional del cuidado de la salud o especialista acreditado en lactancia (su sigla en inglés es IBCLC) obtenga datos precisos acerca del peso del bebé antes y después de alimentarse, a fin de medir cuánta leche toma el bebé en una comida determinada. Si bien esa información es de ayuda, los bebés toman diferentes cantidades en las distintas sesiones a lo largo de un período de 24 horas. Por lo tanto, el profesional puede recomendar que los padres alquilen esa clase de balanza para pesar al bebé antes y después de cada comida. También pueden sugerir registrar el peso sólo una vez al día o a la semana, dependiendo de la situación.
Si la lactancia se maneja correctamente y aun así el bebé sigue sin aumentar de peso en forma adecuada, es probable que algún otro factor esté afectando a la producción de leche o a la capacidad del bebé de mamar con eficacia. En ese caso, consulte al pediatra.
La Bajada Excesiva de Leche
Si bien la mayor parte de los bebés que tienen dificultades con la lactancia tienen problemas relacionados con una cantidad insuficiente de leche, unos pocos se enfrentan al problema opuesto: recibir demasiada leche. A algunas madres les baja tanta leche que el bebé no puede ingerirla.
Si el bebé se atraganta, hace arcadas o se aleja del seno un minuto o dos después de haber empezado a comer, la causa puede ser la bajada excesiva de leche.
La mayoría de los bebés aprenden a controlar la bajada de leche a medida que maduran, pero hasta entonces se puede retirar al bebé del seno hasta que el flujo de leche disminuya. Pruebe ofrecerle un solo seno en cada alimentación. A algunas madres les resulta útil colocar al bebé de modo que la parte posterior de la garganta quede a mayor altura que el pezón; de este modo, la leche debe hacer un recorrido ascendente durante la bajada, lo cual hace que el flujo sea más lento. Otra opción consiste en tratar de bombear la leche a la bajada justo antes de amamantar.
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