28 de octubre de 2008

Riesgos por Automedicación en el Menor de Edad - Consejos Fundamentales - Embarazos Múltiples


Embarazos Múltiples
Consejos Fundamentales

Riesgos por Automedicación en el Menor de Edad


En Bogotá, de enero a abril de este año, se han atendido, entre urgencias y hospitalizaciones, a casi 97.000 niños menores de cinco años.

Una gota o un centímetro de más sí hacen la diferencia. Pueden marcar el límite entre la vida y la muerte y se ilustra con tres ejemplos:

1. Adriana en su afán por calmar el vómito de su hijo de 18 meses de edad, decidió administrarle un medicamento que le habían recomendado. Luego, en lugar de darle las tres gotas que correspondían a la dosis sugerida para el peso del bebé, le dio 30. El infante falleció por un cuadro neurológico maligno secundario a la ingesta de este medicamento.



2. Un pequeño de 40 días de nacido fue hospitalizado porque su mamá le administró el fármaco equivocado, al confundir el frasco de la sustancia que aliviaría el cólico de su bebé con otro parecido que contenía un callicida. Una vecina le había aconsejado darle el medicamento, que no dudó en comprar en la farmacia.



3. A un bebé de 18 días de nacido le dieron gotas para calmar el cólico, ‘prescritas’ por personal de una droguería. Los padres del infante se preguntan aún si actuaron correctamente al administrárselas sin indicación médica.

Casos a urgencias
Según la pediatra Olga Lucía Baquero, coordinadora de la mesa de trabajo de seguridad infantil y prevención de accidentes de la Sociedad Colombiana de Pediatría, los motivos más frecuentes de consulta en urgencias pediátricas son fiebre, tos, vómito, diarrea y dolor abdominal. “En estas consultas podría haber automedicación en más del 25 por ciento de los casos antes de consultar al servicio de urgencias, porque padres, cuidadores y personal de droguerías consideran que deben combatir el síntoma y no conocen la importancia de establecer la causa”, afirma la doctora Baquero.

Cuando los padres deciden administrarles a sus hijos medicamentos que no fueron prescritos por el médico, es un riesgo para la salud de los infantes, toda vez que se pueden pasar los niveles de seguridad de la droga, exponiéndolos a una intoxicación.

Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos estima que 7.000 urgencias pediátricas al año son consecuencia de administrar a los niños medicamentos para la tos y el resfriado sin prescripción médica.

En un hospital de una provincia de Argentina, cerca de 200 niños menores de 5 años se hospitalizan cada año debido a intoxicaciones producto de la mala administración de un medicamento, sin consultar a un médico. En España, uno de cada cuatro niños que acuden a consultas pediátricas ya han recibido un antibiótico dado por sus padres.

Los adultos, dice Baquero, suelen administrar a los infantes antigripales, antitusivos, antidiarreicos, antieméticos y antiespasmódicos, principalmente, sin aval médico. Así mismo, dice Luis Jorge Hernández, médico epidemiólogo de la Secretaría de Salud, les aplican sustancias tópicas para la piel.



Errores más frecuentes de los adultos

Erróneamente, se utilizan antieméticos para el vómito y analgésicos, antiespasmódicos y antiparasitarios para el dolor de estómago. Pero, más del 90 por ciento de las infecciones en niños son causadas por virus y no sirven los antibióticos.

A la automedicación contribuyen el desconocimiento de los padres y la irresponsabilidad de terceros, incluyendo algunas farmacias. “Sugieren, incluso, suplementos nutricionales que solo el médico debe prescribirlos”, afirma la pediatra Carolina Ramírez.

El uso indiscriminado de antibióticos está creando resistencia bacteriana. Los antidiarreicos prolongan la diarrea, ponen al niño en riesgo de desnutrición y conllevan a una mayor deshidratación.

Los antitusivos producen somnolencia y alteraciones gastrointestinales (náuseas, vómito y diarrea). Las gotas para el dolor de oído pueden dar lugar a infecciones locales, mayor dolor y problemas en la membrana timpánica.

El consumo de algunos antieméticos(medicamento para el vómito) es una de las principales causas de ingreso por intoxicación en urgencias. Cuando se administra un fármaco para el dolor de estómago, se ‘enmascara’ el cuadro clínico de evolución de la enfermedad y se retrasa un diagnóstico oportuno.



Ojo con las dosis

En niños las dosis se calculan a partir del peso del menor. Existe una fórmula en la cual se fija el número de miligramos de medicamento por kilogramo de peso para establecer la cantidad adecuada para un tratamiento efectivo.

“Las cajas de los medicamentos tienen una guía de dosificación solo según la edad y no todos los niños de una edad determinada pesan lo mismo ni tienen las mismas necesidades. Al guiarse por el envase se puede suministrar una dosis equivocada”, indica la pediatra Ángela Camacho. Aunque las enfermedades se comporten de manera similar en la mayoría de niños, el tratamiento no siempre es el mismo.

Una sobredosificación supone el riesgo de intoxicación y una dosis menor demora la mejoría del niño.
“Hay que darle los medicamentos en cantidad acertada a los niños porque su cuerpo maneja las dosis de acuerdo con su peso y la madurez de su hígado y del riñón. De lo contrario, puede producir efectos indeseables”, afirma Claudia Granados, jefe urgencias pediátricas de la Fundación Santa Fe.

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