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Miomas en el embarazo
¿Qué pasa con eso?
Los miomas, también conocidos como fibromas, son tumores benignos del útero. Algunas mujeres les coinciden al quedar embarazadas, y debido al estímulo hormonal placentario pueden crecer desde el tamaño de un guisante hasta, en los casos más extremos al de una pelota de fútbol.
Hay tres tipos de miomas: los subserosos, los intramurales y los submucosos.
Los primeros, los subserosos, crecen hacia afuera del útero, por lo que no suelen presentar complicaciones al tener un embarazo, pues no causan obstrucción del canal del parto a la hora del nacimiento.
Los intramurales, pueden complicar el momento del nacimiento, pues al crecer el tumor, principlamente dentro de la pared uterina, y coger un tamaño importante, el paso del bebé puede verse impedido. En estos casos, normarlmente el nacimiento se llevará a cabo por cesárea.
Y por último en los miomas submucosos, es donde encontramos mayores complicaciones pues crecen hacia la cavidad uterina, y muchas veces, las complicaciones que tiene el saco gestacional en su crecimiento provoca la interrupción del embarazo en el primer trimeste de éste.
Para el tratamiento de los miomas es imprescindible la realización de numerosas ecografías, y en el caso concreto del mioma submucoso lo normal es realizar una intervención llamada histeroscopía.
A veces, y para evitar complicaciones un parto puede ser adelantado, pero nunca una extracción del mioma se realizaría durante el embarazo ni durante el parto. Es preferible esperar hasta un tiempo después del alumbramiento, para que el tamaño del fibroma se vea disminuido de tamaño.
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