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LAS VARICES -

Tratamiento de Várices con Cirugía a Láser

Una solución definitiva para el manejo de las várices

Si usted es una persona que sufre de molestias, hinchazón y varices en las piernas, es posible que padezca de insuficiencia venosa superficial.

En las venas sanas de las piernas hay válvulas que se abren y se cierran para ayudar a que la sangre retorne al corazón. El reflujo venoso se presenta cuando se produce un mal funcionamiento o una insuficiencia en las válvulas que drenan la sangre de las piernas para que retorne al corazón. Como consecuencia, las válvulas venosas no se cierran adecuadamente lo que puede causar varices, dolor, hinchazón de las extremidades, pesadez y fatiga en las piernas hasta pigmentaciones, atrofia y úlceras de la piel.

Tradicionalmente los pacientes diagnosticados con várices, se sometían a una cirugía de extirpación de la vena afectada denominado safenectomía. Hoy en día, existe un tratamiento moderno denominado Ablación Venosa que usa energía láser, ofreciendo una alternativa menos invasiva y dolorosa que el extirpamiento quirúrgico de las varices. Este procedimiento es realizado de manera ambulatorio, con anestesia local y permite un rápido retorno a las actividades habituales.

¿Qué son las várices?
Las várices son dilataciones venosas que se localizan en los miembros inferiores y que se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de sangre al corazón. Pueden visualizarse como líneas pequeñas de color púrpura llamadas “arañas vasculares” que se localizan justo por debajo de la superficie de la piel, o se pueden presentar como venas gruesas, abultadas o nudosas.

Aunque muchas personas piensan que las venas varicosas son un simple problema estético, de hecho son causadas frecuentemente por un problema médico subyacente. Esta dolencia se llama insuficiencia venosa.

¿Porqué se producen las várices?
En las piernas sanas, las venas tienen válvulas que normalmente permiten que la sangre circule en una dirección y retorne al corazón. Cuando las válvulas de las venas de las piernas no se pueden cerrar correctamente, la sangre se acumula en las venas, lo cual causa presión e hinchazón. Esta acumulación de sangre causadas por válvulas venosas enfermas es un síntoma de insuficiencia venosa (reflujo venoso superficial).

Este efecto se produce en especial en la vena safena mayor, que se proyecta mayormente en el muslo, cuyas válvulas se afectan, produciendo el reflujo venoso hacia las piernas, formándose las várices.

¿Que tan comunes son las várices?

Las várices, denominadas también venas varicosas, son una dolencia médica común que afectan a personas de todas las razas. Se calcula que 25 millones de personas en los Estados unidos y 40 millones en Europa padecen síntomas dolorosos de varices causadas por la insuficiencia venosa.

¿Cuales son los factores de riesgo para desarrollar várices?

Las várices con frecuencia son comunes en una misma familia y tienen un claro componente hereditario. Asimismo, las personas que están de pie durante periodos prolongados, las mujeres que han tenido múltiples embarazos y las personas obesas pueden correr más riesgos de desarrollar várices. La edad avanzada y el sedentarismo contribuyen también a su aparición.

¿Cuales son los síntomas de las várices?

Los más comunes e importantes son pesadez, hinchazón y cansancio de las piernas y tobillos. Las várices pueden ser dolorosas y en ocasiones producen sensación de ardor, picazón o latidos en las piernas. De no tratarse, los signos y síntomas de las varices también pueden producir cambios en la piel como decoloración, inflamación e incluso úlceras.

Es importante saber que la insuficiencia venosa es una enfermedad progresiva. Esto significa que si no se trata, puede avanzar y causar síntomas más graves y afectar también el sistema venoso profundo. Las varices causadas por la insuficiencia venosa no desaparecerán por si solas.

¿Como se diagnostican las várices?
La presencia de várices es evidente en la simple exploración física y muchas veces el paciente suele acudir al cirujano con el diagnóstico hecho, procedente de su propia observación. No obstante es muy importante precisar que tipo de várices son, que territorios están afectados y la indemnidad del sistema venoso profundo.

Para ello, es necesario la realización de un eco-doppler que nos va a permitir definir:

La permeabilidad del sistema venoso superficial, en particular de la vena safena mayor.

La permeabilidad y el estado valvular del sistema venoso profundo.

El calibre y la continencia de las venas perforantes.

¿Cuales son las alternativas de tratamiento para esta enfermedad?

Ablación Venosa:
Es actualmente considerado el mejor y más novedoso tratamiento para las várices. Este procedimiento consiste en colocar un catéter especial en la vena afectada, a través de una pequeña incisión en la piel. Se aplica energía láser dentro de las paredes de la vena, encogiéndola y cerrando la vena defectuosa de manera que la sangre no pueda fluir a través de esta. Una vez cerrada la vena afectada, la sangre se redirigirá hacia otras venas sanas.

El procedimiento dura menos de una hora, no deja cicatrices, no necesita de anestesia general ni hospitalización. Los síntomas mejoran inmediatamente y se puede reiniciar un rápido retorno a las actividades habituales al día siguiente.

Safenectomía: Es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se realiza la extirpación completa de la vena safena mediante su tracción. Durante el postoperatorio el paciente suele experimentar dolor moderado y hematomas en los miembros inferiores, así como un proceso de recuperación más prolongado.

Este tipo de cirugía puede dar lugar a complicaciones frecuentes como edema por daño linfático (linfangitis, linforragias), lesión del nervio safeno (parestesias o neuritis), celulitis, abscesos, trombosis, pigmentación de la piel, telangiectasias, etc.

Flebectomía: Es una técnica mínimamente invasiva por medio del cual se extirpan las venas varicosas que se encuentran cerca de la superficie de la piel. Esto se logra insertando un instrumento similar a una aguja de crochet a través de pequeñas incisiones en la piel, y sacando así las venas en pequeños segmentos.

El procedimiento se repite con frecuencia, hasta que todas las venas varicosas visibles hayan sido extirpadas. Esta técnica se hace con anestesia local, es rápida y se realiza de manera ambulatoria. La flebectomía puede llevarse a cabo como procedimiento único o junto con la extirpación quirúrgica de la vena safena (safenectomía).

Escleroterapia: Es un procedimiento que consiste en inyectar una solución química esclerosante en las venas pequeñas o arañas vasculares (telangiectasias) que se encuentren cerca de la superficie de la piel. Esto provoca que las venas varicosas se inflamen, fibrosen y eventualmente se cierren.

Este tratamiento requiere con frecuencia de inyecciones múltiples en cada sesión y pueden ser necesarias varias consultas para que las venas varicosas o arañas vasculares desaparezcan en su totalidad. La mayoría de las veces, se indica este tratamiento por estética.

Escleroterapia guiada por Ultrasonido: A través de la guía ecográfica, se pasa un catéter dentro de la vena, donde se inyecta una solución esclerosante con la finalidad que la vena cicatrice y se cierre completamente, redireccionando la sangre hacia las venas sanas. Las venas tratadas forman un tejido cicatricial que será absorbida en el tiempo.

Cambios de hábito: Para el manejo inicial de las varices pequeñas o arañas vasculares (telangiectasias) se pueden utilizar medias de compresión o la elevación de las piernas. Las medias de compresión aprietan la pierna desde el tobillo hasta la parte superior de la pantorrilla o muslo, aplicando así mayor presión a la parte baja de la pierna, y de esta manera reduce el estancamiento de sangre, hinchazón y el dolor.

Tanto la elevación de las piernas como las medias de compresión, traen consigo modificaciones molestas en el estilo de vida y como resultado de esto, los estudios clínicos demuestran que la mayoría de los pacientes no cumplen con estas condiciones.

Reparación endoscópica: Se realiza en los casos más avanzados de insuficiencia venosa que causan úlceras crónicas y cambios tróficos importantes. Se realiza insertando una cámara de videoendoscopia dentro de la vena varicosa a través de pequeñas incisiones para visualizarla y tratarla.