8 de junio de 2012

Qué hacer si al niño le duele el Oído - Embarazos Múltiples

 Embarazos Múltiples
Consejos Fundamentales

Que hacer si al niño le duele el Oído, Contacta al pediatra en seguida si tu hijo sufre dolores fuertes que no se calman luego de darle un analgésico. 

Cuáles son los Síntomas comunes,

• Dolor de oído 
• Fiebre 

• Supuración del oído 
• Glándulas hinchadas 
• Dolor de garganta 
• Pérdida de la audición 

Es común que los niños sufran de dolor de oídos, sobre todo entre los seis meses y los seis años. Primero hay que informarte de lo siguiente: El oído es el encargado de la audición y del equilibrio y está constituido por 3 diferentes partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno. 

La audición comienza cuando las ondas sonoras que se transmiten a través del aire alcanzan el oído externo (también denominado pabellón auditivo), el que es la parte visible del oído. Luego, las ondas sonoras viajan desde el pabellón auditivo hasta el oído medio mediante el conducto auditivo externo. 

El oído medio incluye el tímpano (una fina lámina de tejido membranoso) y la cadena de huesecillos. Cuando vibra el tímpano, los huesecillos amplifican esas vibraciones y las transmiten al oído interno. Una vez ahí, el oído interno las traduce en señales eléctricas que son captadas por el nervio auditivo, conectado con el cerebro. Cuando los impulsos nerviosos llegan al cerebro, éste los interpreta como sonidos. 

Es importante que exista un equilibrio entre la presión interior del oído y la del medio exterior. El encargado de esto es la trompa de Eustaquio, un pequeño conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la garganta por detrás de la nariz. También, la trompa de Eustaquio permite drenar a la garganta las mucosidades para que no se acumulen en el oído medio. Si la trompa de Eustaquio no funciona bien, se puede obstruir y congestionar, acumulando este fluido en su interior. Tanto bacterias como virus pueden introducirse en el oído medio y proliferar, lo que provoca las infecciones. 

Las infecciones del oído pueden clasificarse en: 

• Otitis media:el oído medio se inflama, acumulándose líquido que puede taponar esta parte y causar mucho dolor. Esto puede ocurrir como resultado de una alergia nasal, un resfrío, al entrar agua al nadar o por volar en avión. 

Cuando el origen de la inflamación es infeccioso, se le llama "otitis media aguda", en contraposición a otra infección de oído bastante frecuente, la otitis externa, también conocida coloquialmente como “oído de nadador”.

Otras formas de otitis media son crónicas (el fluido está presente en el oído medio durante 6 semanas o más) o transitorias (en cuyo caso se denomina otitis media con derrame o otitis serosa). 

• Otitis externa: se infecta el conducto auditivo externo, encargado de conducir los sonidos desde el exterior del cuerpo hasta el tímpano. Se relaciona con la cantidad de humedad en el oído, el que se puede irritar y lesionar con la entrada de agua, proliferando las bacterias y los hongos. 

No implica sólo a la entrada de agua, puede tratarse de algo que lesione la piel del conducto auditivo, como eccema, la piel demasiado seca, el rascarse el conducto auditivo, el uso de bastoncitos de algodón, cualquier cosa que se pueda introducir en el oído. Su principal síntoma es el dolor de oído y una sensación de estar lleno de fluido. 

Hay otros trastornos que también pueden provocar dolor de oídos, como la salida de los dientes, el tener un objeto extraño dentro del oído o los tapones de cera. 

Algunas de las causas del dolor de oído son: 

• Hasta los 6 años, la trompa de Eustaquio es muy corta, haciendo que cualquier infección nasal o de la garganta pase al oído medio. También es más estrecha y blanda, lo que favorece que se obstruya. 

• Las adenoides o vegetaciones, estructuras de tejido glandular ubicadas en la parte posterior y superior de la garganta, cerca de la trompa de Eustaquio, son grandes en los niños pequeños, por lo que a veces bloquean parcialmente la abertura de estas trompas. 

• La exposición de los niños a factores que facilitan las infecciones como el humo del tabaco, la alimentación con mamadera y el asistir a jardines infantiles y guarderías. 

• Los antecedentes familiares. Un detalle es que las infecciones de oído son más frecuentes en los niños que en las niñas. 

• Los meses fríos, ya que abundan los resfríos y las infecciones de las vías respiratorias altas. Si bien muchos dolores de oído son inofensivos, deben tratarse porque pueden derivar en enfermedades graves. Incluso puede perforarse el pabellón produciendo la pérdida de la audición temporalmente. 

Otras causas pueden ser lesiones, dolor de muelas y,aunque es inusual, forúnculos (folículos infectados). 

Cuerpos extraños, como un pequeño juguete o una arveja, pueden introducirse en el oído, lo que podría confundirse con el malestar de una infección. 

 Asegúrate de que tanto tú como tu hijo tengan buenos hábitos higiénicos, lavándose frecuentemente las manos. Esta es una de las mejores formas de reducir el contagio de los gérmenes que provocan los resfriados. 

Debes estar al día con el calendario de vacunaciones de tu bebé, ya que ciertas vacunas pueden ayudar a prevenir las infecciones de oído. 

Por otro lado, si tu hijo sufre de dolor de oídos constante y ha durado varias horas, acude al médico, sobre todo si le da fiebre. Eso es una señal de infección bacteriana que requiere tratamiento. 

Revisa sus oídos en busca de algún cuerpo extraño como los que ya mencionamos antes. Si encuentras algo, trata de sacarlo con una pinza. Si no sale con facilidad, no insistas, es mejor que llames a un especialista. 


Para calmar el dolor, puedes darle acetaminofeno. Si no se trata de un forúnculo, puedes ponerle una bolsa de agua tibia en la oreja. Si la infección fuera en el oído externo, evita que le entre agua hasta que se solucione el problema. 

Lo que no hay que hacer 

  •  No uses gotas si no han sido recetadas por el médico.
  •  No introduzcas nada en el oído, ni siquiera un bastoncito de algodón. 
  •  No trates de sacar un objeto extraño si no sale con facilidad. 
Para no desesperar y estar mas tranquila es mejor llamar al pediatra para que lo examine.

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