28 de noviembre de 2007

DEPRESION EN EL EMBARAZO

Depresión en el embarazo

Además de los cambios físicos que se producen durante el embarazo, se experimentan muchos cambios psicológicos y emocionales, normales y comunes a todas las embarazadas. Preocupaciones por la buena gestación del bebé, ansiedades, temores de que algo salga mal, y los típicos cambios de humor y sentirnos mas sensibles como consecuencia de los cambios hormonales que se producen a lo largo del embarazo.



Es común que la embarazada tenga altibajos en sus estados de ánimo, y que a veces se sienta triste. Pero cuando la tristeza se acentúa y es un estado casi permanente puede ser que se haya instalado un estado depresivo que debe ser atendido, ya que puede tener repercusiones negativas a largo plazo en el bebe y en la futura relación madre-hijo. El bebé, mientras está en el vientre, escucha los tonos de voz y el llanto, y puede percibir la emoción de la madre. Una depresión puede perjudicar el vínculo que tengas con tu bebe ya nacido, y quizás se te dificulte la futura comunicación y conexión con él. Además, sufrir de depresión durante el embarazo acentúa las posibilidades de sufrir una depresión post parto.

Hasta ahora se le prestaba más atención a la depresión posterior al parto, pero estudios recientes han comprobado que la depresión es más común durante el embarazo que después del mismo. Entre un 10-20% de las embarazadas sufren de depresión.

La depresión puede estar relacionada a diferentes factores:

  • Tener antecedentes personales o familiares de depresión.
  • Estar viviendo un embarazo no deseado o no planificado.
  • Problemas en la pareja. Las embarazadas que tienen problemas con sus parejas o que no cuentan con el apoyo de la misma suelen estar más propensas a sufrir una depresión.
  • Afrontar cambios importantes en la forma de vida, por ejemplo: la muerte de un ser querido, cambiar de empleo o algún hecho que la haga sentirse en una situación insegura o no estable.
  • Tener problemas médicos o complicaciones con el embarazo.
  • Haber sufrido abortos naturales en anteriores embarazos. El miedo a que se repita les puede conducir a un estado depresivo.
  • La edad de la embarazada. Está demostrado que cuanto más joven es la mujer, mayor es el riesgo de padecerla.
  • Vivir sola y con escaso apoyo social.
  • Tener que enfrentar problemas económicos.
  • Tener varios hijos. Según algunas investigaciones, las madres que tienen más de un hijo tienen un mayor riesgo de sufrir depresión durante los embarazos posteriores.

Hay varios indicios que nos pueden indicar si se esta pasando por una depresión:

  • Problemas de concentración.
  • Ansiedad extrema.
  • Sentirse sumamente irritable.
  • Problemas para conciliar el sueño o padecer de insomnio.
  • Fatiga.
  • Cambios en los hábitos alimenticios, ya sea comer demasiado o perder el apetito.
  • Pérdida de interés o falta de placer al realizar actividades que se solía disfrutar.
  • Cambios de humor exagerados.
  • Sentirse triste constantemente.
  • Tener pensamientos relacionados con dañarse a si misma o a otras personas

Que debes hacer

Si estas embarazada y tienes sospechas de estar pasando por una depresión debes actuar.

Charlar con tu pareja sobre lo que te está pasando puede ayudarte, pero quizás no cuentes con el apoyo de él. Si este es tu caso recurre a tus familiares, amigos, comunícale a los demás lo que te está pasando. No te aísles. Debes preocuparte por ti, por lo que sientes, y por lo que estas atravesando. Si has llegado a la depresión por alguna causa específica y no puedes solucionarla por ti misma, siempre habrá alguien que estará dispuesto a ayudarte. Busca ayuda.

Trata de no pensar continuamente en tu embarazo y distráete con otras cosas. Trata de enfocar tus pensamientos en cosas positivas. Oblígate a pensar en algo bueno. Evita ser obsesiva y recurrente en tus pensamientos.

Si ves que esto no ayuda entonces debes acudir al médico. En algunos casos a las embarazadas se las medica con antidepresivos, pero estos medicamentos tienen que estar controlados seriamente, ya que pueden causar problemas a largo plazo en el bebe. Lo más recomendable es buscar otras terapias alternativas antes que la medicación. Recuerda que todo lo que tú tomas lo estará tomando él. Busca información, que la hay y en abundancia. No te sientas sola, otras embarazadas se sienten igual que tu o han pasado por experiencias similares.

Trata de tomar real conciencia de que lo que estas viviendo es único y maravilloso, y esfuérzate en vivirlo con plenitud, tanto por tu bien como para el del bebé.

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