Durante el embarazo se producen grandes cambios hormonales. Los niveles elevados de progesterona y estrógenos generan una mayor producción de melanina. Esto causa que en gran cantidad de embarazadas se produzcan algunos cambios en la pigmentación de la piel. Como mínimo un 50 % de las embarazadas presentan algunos de estos cambios, sobre todo las morenas.
Lo cambios mas comunes son manchas oscuras en la cara, a lo que se conoce como Cloasma o Melasma gravídico, o vulgarmente como máscara del embarazo, oscurecimiento de los pezones, genitales, pecas, lunares o cicatrices ya existentes, e incluso puede oscurecerse la línea alba. Esto también suele suceder en zonas propensas a los roces, como las axilas y la parte interna de los muslos.
Es muy común que aparezca una línea oscura desde el pubis al ombligo, que a veces llega hasta el esternón. Esta línea se llama línea alba, que en la mujer no embarazada es una línea generalmente no perceptible a simple vista, a veces es más pálida que el resto de la piel.
Por lo general estas zonas oscuras de la piel suelen desaparecer paulatinamente en los meses posteriores al parto, ya que las hormonas vuelven a la normalidad y la producción de melanina también.
En algunos casos las manchas de la cara no se van después del parto. Si esto llega a sucederte deberás consultar a un dermatólogo que te recomendará cremas blanqueadoras que contengan hidroquinona (algunas de ellas contienen también protección solar), medicación de uso local que contenga eritretinoina (Retin-A) o un exfoliante químico como el ácido glicólico, pero bajo estricta receta médica. No debes usar estas cremas despigmentantes durante el embarazo ni en la lactancia, ya que pueden tener un efecto perjudicial para la salud del bebé. Por eso es fundamental que consultes con el médico.
Para prevenir esta aparición de manchas, debes protegerte del sol o de cualquier fuente de luz ultravioleta, sobre todo en la cara. Si bien el sol es bueno porque ayuda en el metabolismo de tu cuerpo a fijar el calcio, puede ser perjudicial en el tema del cloasma. Usa cremas con protector solar elevado, por encima de 15, y sombreros o gorros que te protejan la cara, no expongas la piel de tu cara directamente al sol. Y evita exponerte en las horas de mayor intensidad solar. Aunque no vayas a la playa o a una piscina, también cuídate en tus tareas rutinarias al aire libre.
También se ha observado que el uso de anticonceptivos hormonales inciden en la persistencia de estas manchas después del embarazo, por lo que si tienes cloasma y luego del parto te cuidas con anticonceptivos como la píldora, el parche o algún otro método hormonal, consulta con tu médico. Es probable que tengas que cambiar tu método de anticoncepción.
Pueden aparecer otros cambios en la piel de la embarazada, incremento de vello en la cara, brazos, y piernas, mayor sudoración, acné, varicosidades como consecuencia de la dilatación de los vasos sanguíneos que se conocen como “arañitas”, fragilidad en uñas.
Nunca dejes de consultar a tu médico por cualquier alteración que veas en tu cuerpo. Nadie mejor que él para indicarte lo que debes y no debes hacer.
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