
EMBARAZO
¿Que sucede cuando se prolonga el embarazo?
¿Que sucede cuando se prolonga el embarazo?
Muchas mujeres se atemorizan al ver que llega la fecha de parto y no sucede nada, que los días pasan y pareciera que el bebé no quiere nacer; no solo están fatigadas y cansadas de estar embarazadas, sino que las preocupaciones aumentan al pensar en lo que pueda sucederle al bebé si se pasa de la fecha programada.
Lo primero que debes tener en cuenta, es la seguridad de la edad de tu bebé (edad fetal); lo segundo es que la duración normal de un embarazo consta de 280 días o 40 semanas desde la última menstruación, y que se tiene un margen de 2 semanas antes o 2 semanas después de la fecha que te ha señalado tu doctor (edad gestacional).
Por tanto, para considerar que un embarazo es prolongado, deberán transcurrir 42 semanas o 294 días. Cuando has llegado a este punto, es indispensable mantener contacto continuo con el ginecólogo para que él pueda estar monitoreando el desarrollo y la salud de ambos; y proporcionarte las indicaciones pertinentes. Lo más importante es que mantengas una actitud positiva, que sigas alimentándote bien, que conserves elevado el consumo de líquidos, que intentes descansar y relajarte.
Este proceso puede ser en ocasiones desgastante emocionalmente. La prolongación excesiva del embarazo puede conducir a riesgos como:
• Un peso mayor que los que nacieron en fecha, alcanzando los 4 kilos o más.
• La cantidad de líquido amniótico suele disminuir, lo que puede ocasionar ciertos trastornos en el bebé. Uno de los más graves y más frecuentes es la compresión del cordón umbilical, que dificulta su nutrición sanguínea, pudiendo llevar a un cuadro de sufrimiento fetal.
• La eliminación de materia fecal del bebé (meconio) en el líquido amniótico es también un hecho habitual, con el riesgo de aspiración del mismo hacia los pulmones cuando el bebé respira por primera vez. Dentro de las alternativas que tiene un ginecólogo para evitar llegar a la semana 42, es inducir el parto o bien realizar una cesárea.
La inducción de parto es una práctica muy común, ya que no solo se utiliza en los embarazos post-maduros, sino que también se pueden realizar por causas como: hipertensión arterial crónica, preeclampsia, diabetes gravídica, retraso en el crecimiento intrauterino. Para lograr esto, se ayudan de medicamentos para poder lograr madurar el cuello uterino y crear las contracciones. Ahora bien, la cesárea es otra alternativa cuando existe un embarazo prolongado. Ésta puede realizarse cuando no se consigue un parto por vía natural después de un tiempo prudente. En muchas ocasiones este tipo de cirugías se efectúan sin previo intento de un parto natural, debido a causas como la existencia de un cuadro de sufrimiento fetal prolongado o cualquier otra causa que ponga en riesgo a la madre o al hijo.
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