EMBARAZOS MULTIPLES
Embarazos de alto riesgo
En Chile la gran mayoría de las mujeres tienen embarazos saludables. Sin embargo, alrededor de un 10% de las embarazadas presentan ciertas complicaciones, tanto maternas como fetales, durante la gestación o parto.Estos son los llamados “embarazos de alto riesgo”, los cuales requieren de un control riguroso a cargo de un especialista en salud materno fetal.
En nuestro país, las patologías más comunes asociadas a esta situación son: parto prematuro, niño con bajo peso al nacer o restricción del crecimiento intrauterino, preeclampsia o hipertensión de la madre y malformaciones congénitas.
Las dos primeras de ellas corresponden aproximadamente al 70% de las muertes perinatales, mientras que las malformaciones son las responsables del 30% restante. En tanto, la hipertensión es en la actualidad la principal causa de muerte materna.
Importancia del diagnóstico precoz
Detectar a tiempo una enfermedad obstétrica es un factor gravitante a la hora de obtener buenos resultados. Por eso, es fundamental estar alertar a uno de los siguientes síntomas que podrían dar cuenta de una patología de este tipo: sangrado, contracciones uterinas frecuentes, flujo genital y disminución de los movimientos del bebé.
Eso si, la idea es llegar antes de estos síntomas, identificar a tiempo la patología y realizar la debida prevención.
Para identificar un embarazo de alto riesgo es importante conocer el historial clínico de la madre: enfermedades previas (cardiacas, reumáticas, pulmonares, diabetes, hipertensión arterial, etc), malos resultados de embarazos anteriores y pérdidas, entre otra información.
Además de conocer los antecedentes previos y la situación actual de la salud de la madre, es fundamental identificar las características del bebé a través de las pruebas bioquímicas o técnicas de imagines. Estas últimas se deben realizar en los siguientes períodos: 11- 14 semanas, 20 – 24 semanas y 30- 34 semanas.
Por su parte, los exámenes bioquímicos son pruebas de sangre a la madre que permiten pesquisar el síndrome de down.
Una vez que la paciente se somete a los procedimientos anteriores y sólo si su embarazo es calificado de “alto riesgo”, la madre debe someterse a estrategias específicas de acuerdo a su patología en particular.
Las buenas noticias de la ciencia
Asumir una patología obstétrica es para muchas madres un proceso complicado. No obstante, para la gran mayoría de los casos el panorama es muy alentador y con altas probabilidades de buenos resultados.
El avance científico permite que cada vez se pronostique de forma más precoz esta enfermedad y, por ende, se logre actuar a tiempo.
Eso si, el equipo médico (el cual debe estar encabezado por un especialista en salud materno fetal e integrado por neonatólogos, cardiólogos y cirujanos infantiles) y el lugar donde sucede el parto son determinantes en este buen éxito.
En Chile, la subespecialidad materno fetal está aún en pañales. En la actualidad, son muy pocos los centros hospitalarios que cuentan con este tipo de especialistas y la gran mayoría de ellos se encuentran en Santiago.
Atendiendo a esta necesidad, las escuelas de ginecología de la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Chile impulsaron programas de capacitación de la especialidad, logrando que hoy todos los becados del país cuenten con asignaturas formales respecto a la salud materno fetal.
Ello permitirá, aumentar la cantidad de especialistas y lograr en un corto plazo atender embarazos de alto riesgo a lo largo de todo el país.
Sin miedos y a disfrutar su embarazo
El promedio actual de hijos en Chile es de 1,9. Cifra que en Santiago desciende a 1,2. Por otra parte, el 20% de las embarazadas supera los 30 años y en clínicas privadas ese porcentaje puede, incluso, llegar al 40%.
Todo ello implica que las madres proyecten tener como máximo sólo 2 hijos. Por lo tanto, quieren tener un ‘hijo perfecto’ porque saben que no tienen tiempo para tener otro.
A estos factores se suma el bombardeo de información, lo cual provoca que muchas mujeres se sientan asustadas frente a un embarazo y asuman este proceso como una carrera de obstáculos, impidiéndose así mismas disfrutar de esta hermosa etapa.
Por eso, es muy importante que las madres asuman la maternidad con la misma tranquilidad y alegría como lo hicieron las mujeres en el pasado.
Es fundamental liberarse de los miedos, sobretodo porque las posibilidades de tener buenos resultados durante un embarazo son infinitamente mayores frente a resultados adversos.
Incluso, también en estos últimos casos a la persona le puede ir muy bien. Sólo es cosa de detectar a tiempo las patologías y recibir un adecuado tratamiento.
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